martes, 31 de julio de 2012

Educación y Carnaval de Cádiz


La educación en España, expone Prats (2005: 177), ha experimentado en los últimos treinta años un proceso de cambio y modernización de gran envergadura. En este período se ha recorrido un trayecto que, en la mayor parte de países europeos de tradición democrática, se había ido construyendo a lo largo del siglo XX, especialmente, después de los claros avances modernizadores que se impulsaron tras la Segunda Guerra Mundial. A comienzos de la década de 1970, España no había superado el déficit histórico de nuestro sistema educativo, que nos mantenía alejados de los países más avanzados en lo social, en lo cultural y en la creación de instrumentos eficaces para la educación y la formación de los ciudadanos.

Es a partir de los años 60, cuando la expansión económica, el proceso de industrialización, la explosión demográfica y las tensiones internas del sistema político hacen indispensable una reforma total y profunda del sistema educativo, que prácticamente no se había modificado desde la Ley de Instrucción Pública (1857), y que se llevaría a cabo con la Ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa (LGE) en 1970, la ley de Villar Palasí, que supuso un paso real e importante en pro de la escolarización de todas las clases sociales en España y de impulso de la educación pública. Ese mismo año, pocos meses antes de la aprobación definitiva de esta normativa, Gustavo Rosales Márquez "Agüillo" y Francisco Campos, ganan el primer premio de chirigotas con una recordada agrupación, “Los Cristobalitos”, que representaba a los niños de una escuela y a su profesor, y que, con mucha ironía hablaban de la necesidad de un gran cambio educativo.

Los autores de Carnaval no han dejado pasar la oportunidad de opinar sobre todos los cambios legislativos que se han producido en estos últimos 40 años, y así, en 1985, en vista de la promulgación de la Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación (LODE), que tendría lugar en julio de ese mismo año, hubo un chaparrón de coplas en febrero que hicieron referencia a los diversos objetivos de la misma, haciendo especial hincapié en la regulación de los centros públicos y privados, objeto de gran polémica en los diversos estamentos sociales.

Una etapa educativa que ha sido centro de las miradas carnavaleras es la universitaria, siendo la Ley Orgánica de Universidades (LOU, 2001) y la ministra que la presentó, Pilar del Castillo, objeto de referencias negativas para los autores en sus coplas.  

Actualmente, está vigente la Ley Orgánica de Educación, que en 2006 también fue centro de la polémica, sobre todo en los sectores más conservadores de la sociedad española, aspecto que también se tuvo en diversas coplas cantadas ese mismo año.


Otros temas educativos que han sido referenciados en las letras del Carnaval de Cádiz han sido, entre otros, los distintos agentes de participación y coordinación de las escuelas han estado siempre presentes en el pensamiento de los poetas, siendo muchas las líneas que se han escrito sobre alumnado y profesorado, y también, aunque en menor medida, sobre la relación entre familia y escuela. Otros aspectos que aparecen en las coplas son la discapacidad, el maltrato, la educación de adultos, la E.S.O., la vida del universitario e incluso las famosas mochilas con ruedas que se pusieron de moda para llevar tal cantidad de peso a la escuela.
Además, desde el año 2006, el carnaval ha entrado de lleno en las escuelas gaditanas gracias al proyecto "El Carnaval en la Escuela", iniciativa en la que participan y colaboran muchos autores y aficionados a la fiesta que a su vez están relacionados con la educación.

A modo de presentación

A menudo se repite el tópico que acuñó Don Bartolomé Llompart, considerando las letras del Carnaval de Cádiz como “periodismo cantado”. De hecho, los autores de carnaval refuerzan esa condición agudizando anualmente el ingenio para ofrecernos una crónica de todo lo acontecido a nivel nacional e internacional en los ámbitos sociales, políticos, culturales, económicos, etc.

En este sentido, los letristas son conscientes de la importancia de la educación como pilar fundamental para el desarrollo económico y social, ya que como expone Fernández Palomares (2003), es una "actividad social tan básica como el trabajo en las sociedades contemporáneas, convirtiéndose en una actividad central en la dinámica general y la vida cotidiana de las futuras generaciones y siendo necesaria para la reproducción y el progreso social”.




Así, los diversos cambios y sucesos que se han ido produciendo en el entorno educativo a lo largo de los últimos años, y que han sido centro de polémicas entre los distintos agentes sociales, se han visto reflejados en las letras y los tipos de carnaval, unas veces con sentido del humor, otras con ironía, y en la mayoría de las ocasiones con ferviente actitud crítica.
Además, las posibilidades didácticas que ofrece el Carnaval son múltiples y variadas, como queda patente en iniciativas como el proyecto "El Carnaval en la Escuela", que desde 2006 se está implementando en los colegios gaditanos. También, como por ejemplo en mi caso, hay profesores que utilizan las letras del Carnaval de Cádiz en el aula como documentos de apoyo en diversas asignaturas. 
Este blog, además de servir de excusa para aunar mi profesión y mi devoción, conforma el avance de una investigación documental más amplia, aun sin finalizar, que intenta reflejar la relación que siempre ha habido entre el Carnaval de Cádiz y la Educación, recopilando letras y tipos que han hecho referencia explícita a la educación en cualquiera de sus ámbitos.
En este sentido, mi intención es mostrar un humilde recorrido por las letras y tipos de carnaval circunscribiendo los mismos dentro de las diferentes etapas de la historia reciente del Sistema Educativo Español.


Espero que sea de vuestro agrado.