
En uno de los cuplés más
recordados de esta agrupación, Don Adolfo corregía continuamente la forma de
hablar de sus alumnos, aunque al final le sale el tiro por la culata:
Toda toda la tarea en casa la he “hacío” (he hecho)
toda toda la tarea y me encuentro “deshacío” (desecho)
que “pesao” es el maestro
siempre siempre corrigiendo
yo te juro que a mi esto me esta jo...
(niño niño, yo iba a decir, una palabrota) entiendo
(mi mama me mima mi mama me ama).
toda toda la tarea y me encuentro “deshacío” (desecho)
que “pesao” es el maestro
siempre siempre corrigiendo
yo te juro que a mi esto me esta jo...
(niño niño, yo iba a decir, una palabrota) entiendo
(mi mama me mima mi mama me ama).
Porque
quiere todo el tiempo
que
hablemos “mu” “corregío” (correcto)
vaya con el maestro lo negro que “ma” “ponío”
(chiquillo me ha puesto)
ahora mismo yo voy a tener que acordarme
vaya con el maestro lo negro que “ma” “ponío”
(chiquillo me ha puesto)
ahora mismo yo voy a tener que acordarme
de tus
“moríos” (tus muertos) los tuyos.
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